Un día de 1970, una mujer mayor de 80 años, con el pelo gris, le dio un infarto. Ella vivía en una mansión que estaba alrededor de un cementerio y a fueras de la ciudad.
Un hombre llamado Richard alquiló esta mansión para el invierno. Vinieron sus amigos a dar una fiesta. Cuando la fiesta se acabó, oyó chirriar una butaca y oyó también unas voces muy extrañas.
Era el día de Hallowen y llegaron muchos niños a su casa a pedirle caramelos. De noche, Richard oyó pasos, él estaba aterrorizado y al mismo tiempo oyó chirriar los columpios.
Richard se acostó esa noche aterrorizado. A la siguiente noche Richard escuchó los cuchillos afilándose. De pronto, se abrió la puerta sigilosamente... ¡y era el espíritu de la anciana! Aterrorizado Richard salió corriendo de la mansión. Pero si salía de aquella mansión los otros espíritus lo matarían así que decidió esconderse en un armario. Richard oyó pasos acercándose y la anciana exclamó:
- ¿Richard sal de donde quieras que estes?. Exclamó la anciana.
Abrió la puerta del armario y se abalanzó con los cuchillos y se los clavo miles y miles de veces en la barriga.
Dice la leyenda que desde 1.975 que nadie ha vuelto a la mansión.
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